ENREDOS
Dijo la señal enérgica a las orejas inmorales, no transiten más tus pies por el sendero equivocado, no abandonen más fragancia tus pieles en las esquinas de las comarcas engañadas por tu rebeldía. Luminaria espantosa será tu suceso ante los que nos vieron hablando, no digas que no se enteraron los tabiques ordenados para protección como lo era, y es aún mi designio más formidable. Tus olores se infiltraron en el cuerpo de aquel rápido y codicioso de tu carne, se apresuraba para cazarte, como la fiera caza a su presa sin que se dé cuenta ella, sus rastros son como el silencio que no se ve, pero se mueve en el susurro del viento. Dijeron los labios diligentes a tu inmensa preciosidad, no sabes cómo agonizo por no disfrutar tu sustancia entre mis regazos, no te das cuenta que te anhelo y que te anhelo y aún no te destinas hacia mí, es que tus ojos son como intensas llamas de calor, que ante ellas me disuelvo poco a poco hasta no poder contenerme, y querer rebasar más allá de don...